
Es una enfermedad crónica producida por el consumo incontrolado de bebidas alcohólicas, lo cual interfiere en la salud física, mental, social y/o familiar así como en las responsabilidades laborales.
El alcohol es una sustancia depresora del sistema nervioso central; además de tener efecto sobre el cerebro y variar algunas de sus funciones (coordinación, atención, memoria...), su uso continuado también afecta a otros órganos como el riñón, el hígado o el sistema circulatorio. Inicialmente, los efectos del alcohol son sutiles, pero pueden ser peligrosos porque una persona bajo sus efectos no es un buen juez de su conducta.

El alcoholismo es un tipo de drogodependencia.
Hay dos tipos de dependencia en esta adicción: la física y la psicológica. La dependencia física se revela por sí misma, cuando se interrumpe la ingesta de alcohol, con síntomas muy claros como la tolerancia, cada vez mayor, al alcohol y enfermedades asociadas a su consumo.

El efecto directo del alcohol en el sistema nervioso son la depresión, como resultado de la disminución de la actividad, la ansiedad, tensión e inhibiciones. Incluso un pequeño nivel de alcohol dentro del cuerpo enlentece las reacciones. La concentración y el juicio empiezan a empeorar. En cantidades excesivas, el alcohol produce una intoxicación y envenenamiento.

El alcohol también afecta a otros sistemas corporales. Puede aparecer una irritación del tracto gastrointestinal con erosiones en las paredes del estómago debidas a las náuseas y vómitos. Las vitaminas no se absorben bien, y esto ocasiona deficiencias nutricionales en los alcohólicos de larga evolución.

También ocasiona problemas en el hígado (cirrosis hepática). Que es una condición ocasionada por ciertas enfermedades crónicas del hígado que provocan la formación de tejido cicatrizal y daño permanente al hígado.
El tejido cicatrizal que se forma en la cirrosis hepática daña la estructura del hígado, bloqueando el flujo de sangre a través del órgano. La pérdida del tejido hepático normal disminuye la capacidad que tiene el hígado de procesar nutrientes, hormonas, fármacos y toxinas. También disminuye la capacidad del hígado para producir proteínas y otras sustancias.

El hígado, el mayor órgano del cuerpo, es esencial para mantener el organismo funcionando adecuadamente. Elimina o neutraliza venenos de la sangre, produce agentes inmunitarios para controlar las infecciones y elimina gérmenes y bacterias de la sangre. Fabrica proteínas que regulan la coagulación de la sangre y produce bilis para ayudar a absorber las grasas y las vitaminas solubles en grasa. No se puede vivir sin un hígado que funcione bien.

En la cirrosis del hígado, el tejido normal y sano es reemplazado por un tejido cicatrizal que bloquea el flujo de sangre a través del órgano e impide que trabaje como debería. La cirrosis es la doceava causa de muerte por enfermedades, y mata a unas 26,000 personas al año. Además, el costo de la cirrosis en términos de sufrimiento humano, costos de hospital y pérdida de productividad también es alto.

La cirrosis tiene muchas causas., las más comunes son el alcoholismo y la hepatitis C.
Enfermedad del hígado por alcoholismo.
Para muchas personas, la cirrosis del hígado es sinónimo de alcoholismo crónico, pero en realidad, el alcoholismo es sólo una de las causas. La cirrosis alcohólica generalmente se desarrolla después de más de una década de beber en exceso.

La cantidad de alcohol que puede dañar el hígado varía mucho de una persona a otra. En las mujeres, tan sólo dos o tres vasos de bebida al día han sido asociados con daños al hígado, y en los hombres, sólo tres a cuatro tragos al día. El alcohol parece lesionar el hígado al bloquear el metabolismo normal de las proteínas, las grasas y los carbohidratos.

El sistema cardiovascular se ve afectado por cardiopatías. También puede aparecer una alteración sexual causando una disfunción en la erección del pene en el hombre y una desaparición de la menstruación en la mujer.

El consumo de alcohol durante el embarazo puede causar problemas en el desarrollo del feto, produciendo el llamado síndrome fetal del alcohol. El cual es el síndrome de alcoholismo fetal (su sigla en inglés es SAF) es un grupo de anomalías en los bebés nacidos de madres que consumen alcohol durante la gestación. Es la causa más común conocida de retardo mental no genética (no heredada). Cerca de 40.000 bebés se llevan con el síndrome de alcoholismo fetal cada año. Un número aun mayor nace con el trastorno del neurodesarrollo relacionado con el alcohol (su sigla en inglés es ARND).

El síndrome de alcoholismo fetal incluye un grupo característico de defectos, entre los que se incluyen cabeza y cerebro pequeños, anomalías faciales y defectos en otros órganos. Los bebés con SAF también presentan anomalías del neurodesarrollo, entre las que se incluyen el deterioro de las habilidades motoras finas, marcha anormal, pérdida de audición neurosensorial y coordinación deficiente entre los ojos y las manos.
El desarrollo de la dependencia del alcohol puede ocurrir entre los 5 y 25 años siguiendo una progresión. Primero se desarrolla la tolerancia alcohol. Esto ocurre en personas que son capaces de consumir una gran cantidad de alcohol antes de que se noten los efectos adversos.

Después de la tolerancia aparecerán los lapsus de memoria. Más tarde aparece la falta del control de beber, y la persona afectada no puede permanecer sin beber, lo necesita para desarrollar su vida diaria.
El problema más serio de los bebedores son las complicaciones físicas y mentales. Algunas personas son capaces de conseguir un control sobre su dependencia en las fases tempranas antes de la total pérdida del control.
Cerca de 200,000 muertes al año pueden ser completamente o parcialmente atribuidas al beber.

El alcoholismo puede matar en muchas maneras diferentes. En total, reduce la esperanza de vida por 10 a 12 años. Entre más temprano una persona empieza a beber gran cantidades de alcohol en gran medida, mayores serán sus perspectivas de desarrollar enfermedades graves más adelante. La sobredosis.

El alcohol es una droga y personas pueden morir de la sobredosis. Esto es un peligro específico para los adolescentes que pueden querer impresionar a sus amigos con su capacidad para beber alcohol pero que todavía no pueden medir los efectos. Accidentes y violencia.
El alcohol juega una función mayor en más de la mitad de todas las muertes automovilísticas. Menos de dos bebidas pueden deteriorar la capacidad para conducir.

El alcohol también aumenta el riesgo para las lesiones accidentales resultando de muchas otras causas.
Un estudio de los pacientes en una sala de emergencias informó que 47% de las personas que fueron admitidas para lesiones probaron positivas para el alcohol y 35% estaban intoxicadas. De las personas que estaban intoxicadas, 75% mostraron evidencia de alcoholismo crónico. Esta enfermedad es el diagnóstico primario en una cuarta parte de todas las personas que se suicidan; el alcohol se implica en 67% de todos los asesinatos.

No hay una causa definida del alcoholismo pero hay factores que pueden jugar un papel en su desarrollo. Es más probable el desencadenamiento de un alcoholismo en las personas con algún familiar alcohólico que en otras que no lo tienen. No se conoce la razón, que puede encontrarse en anomalías genéticas o bioquímicas.
Entre los factores psicológicos se incluyen: la necesidad de consuelo para la ansiedad, conflictos en las relaciones personales, baja estima personal, etc...
Los factores sociales incluyen: la facilidad de consumo de alcohol, la aceptación social del consumo de alcohol, estilos de vida de stress, etc...
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