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lunes, 13 de abril de 2009

VACUNA

La vacuna (del latín vaccinus-a-um, 'vacuno'; de vacca-ae, 'vaca') es un preparado de antígenos que una vez dentro del organismo provoca una respuesta de ataque, denominada anticuerpo. Esta respuesta genera memoria inmunológica produciendo, en la mayoría de los casos, inmunidad permanente frente a la enfermedad. La primera vacuna descubierta fue la usada para combatir la viruela por Edward Jenner en 1796.













Las vacunas son una preparación de antígenos que se inyectan en el cuerpo y generan una respuesta de ataque por medio de los anticuerpos que contribuyen a ponerle fin a algún virus o bacteria. Una vez que han sido suministradas en el organismo generan lo que se conoce por memoria inmunológica por lo que, en la mayoría de los casos, vuelven inmune a la persona a esa enfermedad determinada.



La inoculación cuenta con antecedentes en China y Turquía, pero la primera vacuna como tal fue inventada, en 1796, por un médico rural inglés llamado Edward Jenner que dio con una forma para combatir la epidemia de la viruela.
Jenner observó que las mujeres que trabajaban ordeñando las vacas contraían una enfermedad que era conocida como la viruela de las vacas, sin embargo, ésta las hacía inmunes a la viruela humana. Así, sacó una muestra de leche de vaca de la mano de una de las granjeras y la inyectó en el brazo de un niño. Éste sufrió los síntomas de la viruela vacuna. Cuarenta y ocho días después, cuando ya no quedaban rastros de la enfermedad, le inyectó una muestra de la viruela humana y éste no padeció ningún síntoma del mal.


Cuando el cuerpo recibe esta dosis de virus o bacterias, el sistema inmunológico se pone en alerta y destruye a estos agentes que le son extraños al organismo. Así, cuando una dosis realmente dañina decide atacar, el cuerpo ya se encuentra preparado para reconocerla y atacarla rápidamente.


El modo de actuar es, primero, controlando al agente infeccioso antes de que comience a destruir las células del cuerpo y, luego interceptando y eliminando las células que ya han sido infectadas por el virus o bacteria. De esta manera es como se desarrolla la inmunidad.


Las vacunas han sido un aporte fundamental para controlar e incluso erradicar ciertas enfermedades. Es a este sistema que se le debe la eliminación total de la viruela, una epidemia que costó millones de vidas en siglos anteriores.



La rubéola, el sarampión, la varicela y el tifus, se encuentran totalmente controlados gracias a la inmunidad colectiva que se ha generado por medio de las campañas de vacunación por todo el mundo. Sin embargo, aún hay lugares en los que no se ha podido lograr una erradicación de ciertas enfermedades como, por ejemplo, el polio. Países como India, Nigeria, Pakistán y Afganistán, continúan sufriendo con el flagelo de este mal por la falta de acceso a la vacunación de los niños.



Varicela: Es una enfermedad contagiosa causada por el virus de la varicela-zóster (VVZ), el mismo virus responsable en los adultos del herpes zóster o zona.


La varicela es una enfermedad común entre los niños(as) menores de 15 años. Puede ocasionar pequeñas áreas con sarpullido y picor que semejan a ampollas en todo el cuerpo y puede estar acompañada de síntomas de gripe



Uno de los principales desafíos que, actualmente, se encuentran en las empresas farmacéuticas y centros de investigación como las universidades, es el desarrollo de una vacuna que pueda poner fin a la expansión del virus del Sida o VIH.

- Las vacunas se clasifican en dos grandes grupos
- Vacunas vivas o atenuadas
- Vacunas muertas o inactivadas
- Existen varios métodos de obtención:
- Vacunas avirulentas preparadas a partir de formas no peligrosas del microorganismo patógeno.
- Vacunas posificadas a partir de organismos muertos o inactivos.
- Antígenos purificados.
- Vacunas genéticas.
- Las vacunas se administran por medio de una inyección, o por vía oral (tanto con líquidos como con pastillas).



Origen de las vacunas


La viruela es una enfermedad infecciosa grave, contagiosa, causada por el Variola virus, que en algunos casos puede causar la muerte. No hay tratamiento especial para la viruela y la única forma de prevención es la vacunación.



La viruela fue la primera enfermedad que el ser humano intentó prevenir inoculándose a sí mismo con otro tipo de enfermedad. Se cree que la inoculación nació en la India o en China alrededor del 200 a. C.




En China, a los pacientes que sufrían tipos leves de viruela se les recogían fragmentos de pústulas secas para molerlas hasta conseguir una mezcla con aspecto de polvo que luego se le introducía por la nariz, esperando que esto les inmunizara. En 1718, Lady Mary Wortley Montague informó que los turcos tenían la costumbre de inocularse con fluidos tomados también de casos leves de viruela. Lady Montague inoculó a sus propios hijos de esta manera.



En 1796, durante el momento de mayor extensión del virus de la viruela en Europa, un médico rural de Inglaterra, Edward Jenner, observó que las recolectoras de leche adquirían ocasionalmente una especie de «viruela de vaca» o «viruela vacuna» (cowpox) por el contacto continuado con estos animales, y que luego quedaban a salvo de enfermar de viruela común. Efectivamente se ha comprobado que esta viruela vacuna es una variante leve de la mortífera viruela «humana».




Trabajando sobre este caso de inoculación, Jenner tomó viruela vacuna de la mano de la granjera Sarah Nelmes. Insertó este fluido a través de inyección en el brazo de un niño de ocho años, James Phipps. El pequeño mostró síntomas de la infección de viruela vacuna. Cuarenta y ocho días más tarde, después de que Phipps se hubiera recuperado completamente de tal enfermedad, el doctor Jenner le inyectó al niño infección de viruela humana, pero esta vez no mostró ningún síntoma o signo de enfermedad.




En 1881 lleva a cabo Louis Pasteur su audaz y brillante experimento público en comprobación de la efectividad de la vacuna antiantráxica ideada por él, en la granja, hoy histórica, de Pouilly-le-Fort. El desarrollo del experimento fue como sigue: "El 5 de mayo inyecta 24 carneros, 1 chivo y 6 vacas con 58 gotas de un cultivo atenuado de Bacillus anthracis. En mayo 17, estos mismos animales fueron inoculados nuevamente con la misma cantidad de un cultivo menos atenuado, o sea más virulento. En mayo 31 se realizó la prueba suprema.




Se inyectaron con cultivos muy virulentos, todos los animales ya vacunados, y además, 24 carneros, 1 chivo y 4 vacas no vacunados, que sirvieron como grupo testigo a la prueba. En junio 2, una selecta y nutrida concurrencia apreció los resultados, que fueron los siguientes: Todos los carneros vacunados estaban bien. De los no vacunados, 21 habían muerto ya, 2 más murieron durante la exhibición ante la propia concurrencia y el último al caer de la tarde de ese día.




De las vacas, las 6 vacunadas se encontraban bien, mientras que las 4 no vacunadas mostraban todos los síntomas de la enfermedad y una intensa reacción febril". Al comunicar estos resultados, Pasteur introdujo los términos de vacuna y vacunación que provienen de la palabra latina vacca, fruto de los resultados obtenidos al inocular el virus de la vacuna (cow-pox); en la terminología médica como homenaje a Jenner, su ilustre predecesor.


Cronología de las vacunas
Sólo la viruela ha sido eliminada en el mundo. La poliomielitis y el sarampión se encuentran en campañas de erradicación.




La poliomielitis: es una enfermedad infecciosa aguda causada por uno de los siguientes tres tipos de virus gastrointestinales: poliovirus tipo 1, 2 y 3. El poliovirus puede atacar el sistema nervioso y destruir las células nerviosas encargadas del control de los músculos. Como consecuencia, los músculos afectados dejan de cumplir su función y se puede llegar a una parálisis irreversible. En casos severos, la enfermedad puede conducir a la muerte.



Siglo XVIII
1796: Primera vacuna para viruela.



Siglo XIX
1879: Primera vacuna para la diarrea crónica intestinal;
1881: Primera vacuna para el ántrax;
1882: Primera vacuna para la rabia;
1890: Primera vacuna para el tétanos;
1890: Primera vacuna para la difteria;
1897: Primera vacuna para la peste.



Siglo XX
1926: Primera vacuna para tos ferina;
1927: Primera vacuna para la tuberculosis;
1937: Primera vacuna para la fiebre amarilla;
1937: Primera vacuna para el tifus;
1945: Primera vacuna para la gripe;
1952: Primera vacuna para la poliomielitis;
1954: Primera vacuna para la encefalitis japonesa;
1962: Primera vacuna oral para la poliomielitis;
1964: Primera vacuna para el sarampión;
1967: Primera vacuna para la paperas;
1970: Primera vacuna para la rubéola;
1974: Primera vacuna para la varicela;
1977: Primera vacuna para la neumonía (Streptococcus pneumoniae);
1978: Primera vacuna para la meningitis (Neisseria meningitidis);
1981: Primera vacuna para la hepatitis B;
1985: Primera vacuna para la haemophilus influenzae tipo b (HiB);
1992: Primera vacuna para la hepatitis A;
1998: Primera vacuna para la enfermedad de Lyme;



Siglo XXI
2005 - 2008 : Primera vacuna para el cáncer de cérvix
2008 : Primera vacuna para prevenir la adicción a la heroína y a la cocaína (Aunque siguen haciéndose experimentos con esta vacuna para comprobar su efectividad).



Tipos de vacunas
Las vacunas pueden estar compuestas de bacterias o virus, ya sean vivos o debilitados, que han sido criados con tal fin. Las vacunas también pueden contener organismos inactivos o productos purificados provenientes de aquellos primeros.




Hay cuatro tipos tradicionales de vacunas:



Inactivadas:
microorganismos dañinos que han sido tratados con productos químicos o calor y han perdido su peligro. Ejemplos de este tipo son: la gripe, cólera, peste bubónica y la hepatitis A. La mayoría de estas vacunas suelen ser incompletas o de duración limitada, por lo que es necesario más de una toma.




La gripe, gripa o influenza: Es una enfermedad infecciosa de aves y mamíferos causada por un tipo de virus de ARN de la familia de los Orthomyxoviridae. Las palabras "gripe" y "gripa" proceden de la francesa grippe, mientras que "influenza" procede del italiano.




El cólera: Es una infección intestinal aguda, grave, que se caracteriza por la aparición de evacuaciones diarreicas abundantes, con vómito y deshidratación que puede llevar al paciente a acidosis y colapso circulatorio en el término de 24 horas y en los casos no tratados puede ocasionar la muerte.




La peste bubónica: Es una enfermedad infecciosa aguda extremadamente rara y su nombre procede de la palabra latina bubon que significa ingle.Se trata de una zoonosis (enfermedad que afecta particularmente a los animales, y que puede ser transmisible al hombre) de la que aún se producen brotes en regiones donde las condiciones de la vivienda y de higiene son deficientes.




La hepatitis A: Es una enfermedad infecciosa producida por el virus de la hepatitis A (VHA) caracterizada por una inflamación aguda del hígado en la mayoría de los casos. La hepatitis A no puede ser crónica y no causa daño permanente sobre el hígado. Seguida de una infección, el sistema inmune produce anticuerpos en contra del virus de la hepatitis A y le confiere inmunidad al sujeto contra futuras infecciones



Vivas atenuadas: microorganismos que han sido cultivados expresamente bajo condiciones en las cuales pierden sus propiedades nocivas. Suelen provocar una respuesta inmunológica más duradera, y son las más usuales en los adultos. Por ejemplo: la fiebre amarilla, sarampión o rubéola (también llamada sarampión alemán) y paperas.




La Fiebre Amarilla: Es una infección transmitida por mosquitos caracterizada por falla hepática, renal, miocárdica y hemorragias generalizadas con una alta tasa de letalidad. Es producida por el virus de la Fiebre Amarilla, perteneciente a la familia Flaviviridae.



La rubéola: Es una infección viral contagiosa con síntomas leves, asociada con una erupción cutánea.La enfermedad es causada por un virus que se propaga a través del aire o por contacto directo; también puede ser transmitida de la madre con infección activa al feto causándole enfermedad severa. Esta condición suele ser leve en niños y adultos e incluso puede pasar inadvertida




El sarampión: En es una enfermedad infecciosa, exantemática como la rubéola y la varicela, bastante frecuente, especialmente en niños o adolescentes, causada por un virus, específicamente un paramixovirus del género Morbillivirus.




La parotiditis, más conocida como paperas: Es una enfermedad viral contagiosa causada por el virus Paramyxovirus. Se transmite de persona a persona a través de las gotas de saliva que se expanden al estornudar.



Toxoides: son componentes tóxicos inactivados procedentes de microorganismos, en casos donde esos componentes son los que de verdad provocan la enfermedad, en lugar del propio microorganismo. En este grupo se pueden encontrar el tétanos y la difteria.




Vacuna antitetánica: Es la vacunación contra el tétanos es un tipo de vacuna que protege contra el tétanos (trismo).

Hay diferentes tipos de vacunas antitetánicas:



La vacuna DPTa es una vacuna "tres en uno" que protege contra la difteria, la tos ferina y el tétanos y es una de las vacunas infantiles recomendadas.



La vacuna DT es una vacuna "dos en uno" que protege contra la difteria y el tétanos, pero no contra la tos ferina. La vacuna se puede administrar a niños menores de 7 años de edad y se puede aplicar si una persona no puede recibir la DTPa (por ejemplo, si un niño ha tenido una reacción alérgica a la vacuna contra la tos ferina en el pasado).



La vacuna Td es la vacuna "adulta". Es una vacuna "dos en uno" que protege contra el tétanos y la difteria. Contiene una dosis un poco diferente de la vacuna contra la difteria que la vacuna DT. Se puede administrar a cualquiera que sea mayor de 7 años de edad, mediante una inyección, generalmente en el brazo.



Subunitarias: más que introducir un microorganismo atenuado o inactivo entero dentro de un sistema inmune, un fragmento de este puede crear una respuesta inmunitaria. Un ejemplo característico es la vacuna subunitaria contra la hepatitis B, que está compuesta solamente por la superficie del virus (superficie formada por proteínas).




La tuberculosis (abreviada TBC o TB) es una enfermedad infecciosa, causada por diversas especies del género mycobacterium, todas ellas pertenecientes al Complejo Mycobacterium Tuberculosis. La especie más importante y representativa, causante de tuberculosis es el Mycobacterium tuberculosis o bacilo de Koch. La TBC es posiblemente la enfermedad infecciosa más prevalente en el mundo.



La vacuna contra la tuberculosis por ejemplo, es la llamada vacuna BCG (Bacilo de Calmette y Guerin, que debe su nombre a sus descubridores) se fabrica con bacilos vivos atenuados y por tanto no es contagiosa de esta enfermedad.



Hoy día se están desarrollando y probando nuevos tipos de vacunas:



Conjugadas: ciertas bacterias tienen capas externas de polisacáridos que son mínimamente inmunológicos. Poniendo en contacto estas capas externas con proteínas, el sistema inmunitario puede ser capaz de reconocer el polisacárido como si fuera un antígeno (un antígeno puede ser una proteína o un polisacárido). Este proceso es usado en la vacuna Haemophilus influenzae del tipo B (también conocido como bacilo de Pfeiffer).



Vector recombinante: combinando la fisiología (cuerpo) de un microorganismo dado y el ADN (contenido) de otro distinto, la inmunidad puede ser creada contra enfermedades que tengan complicados procesos de infección.



Vacuna de ADN: vacuna de desarrollo reciente, es creada a partir del ADN de un agente infeccioso. Funciona al insertar ADN de bacterias o virus dentro de células humanas o animales. Algunas células del sistema inmunitario reconocen la proteína surgida del ADN extraño y atacan tanto a la propia proteína como a las células afectadas. Dado que estas células viven largo tiempo, si el agente patógeno (el que crea la infección) que normalmente produce esas proteínas es encontrado tras un periodo largo, serán atacadas instantáneamente por el sistema inmunitario. Una ventaja de las vacunas ADN es que son muy fáciles de producir y almacenar. Aunque en 2006 este tipo de vacuna era aún experimental, presenta resultados esperanzadores.



Es importante aclarar que, mientras la mayoría de las vacunas son creadas usando componentes inactivados o atenuados de microorganismos, las vacunas sintéticas están compuestas en parte o completamente de péptidos, carbohidratos o antígenos. Estas sintéticas suelen ser consideradas más seguras que las primeras.



Desarrollo de la inmunidad
El sistema inmunitario reconoce los agentes de la vacuna como extraños, destruyéndolos y «recordándolos». Cuando una versión realmente nociva de la infección llega al organismo, el sistema inmunitario está ya preparado para responder: 1º) Neutralizando al agente infeccioso antes de que pueda entrar en las células del organismo; y 2º) Reconociendo y destruyendo las células que hayan sido infectadas, antes de que el agente se pueda multiplicar en gran número.



Las vacunas han contribuido a la erradicación de la viruela, una de las enfermedades más contagiosas y mortíferas que ha conocido la humanidad. Otras como la rubéola, la polio, el sarampión, las paperas, la varicela-zoster (virus que puede producir la varicela común y el herpes zóster) y la fiebre tifoidea son tan comunes como hace un siglo. Dado que la gran mayoría de la gente está vacunada, es muy difícil que surja un brote y se extienda con facilidad. Este fenómeno es conocido como "inmunidad colectiva".




La polio, que se transmite sólo entre humanos, ha sido el objetivo de una extensa campaña de erradicación que ha visto restringida la polio endémica, quedando reducida a ciertas partes de cuatro países (India, Nigeria, Pakistán y Afganistán). La dificultad de hacer llegar la vacuna a los niños ha provocado que la fecha de la erradicación se haya prolongado hasta la actualidad.



Tabla de vacunaciones
Con el objetivo de proporcionar .la mejor protección, se recomienda que los niños sean vacunados tan pronto su sistema inmunitario sea capaz de responder a vacunas, con las dosis adicionales posteriores que sean necesarias. Algunas vacunas se insertan en varias ocasiones para no suponer una agresión al organismo infantil de una sola vez. Con este objetivo se elaboran a nivel nacional los calendarios o tablas de vacunaciones. En la siguiente tabla se muestran las últimas recomendaciones del Ministerio de Sanidad y Consumo (MSC) de España realizadas en marzo de 2006.



En España, el calendario de vacunaciones recomendado por el MSC comienza a los dos meses, se imparte en el pediatra y en las escuelas, y su última dosis es a los 14 años. Se puede observar por comunidades autónomas en la propia Web del Ministerio.



También es importante destacar aquellas vacunas que en nuestro entorno no son necesarias, pero sí es recomendable ponérselas cuando se va a viajar a zonas peligrosas (selvas, países subdesarrollados...). El MSC igualmente proporciona información sobre este aspecto.



Al margen del calendario de vacunaciones y de situaciones de viaje, algunas vacunas son recomendadas durante toda la vida (dosis de recuerdo) como el tétanos, gripe, neumonía, etc.




Las mujeres embarazadas son a menudo examinadas para comprobar su resistencia a la rubéola. En 2006 se ha ido haciendo común una vacuna contra el herpes zoster (ripias). Para las personas de edad avanzada se recomiendan especialmente las vacunas contra neumonía y gripe, enfermedades que a partir de cierta edad son aún más peligrosas.



Vacunas y economía
La economía es uno de los mayores retos de las vacunas. Muchas de las enfermedades que más demandan una vacuna (incluyendo el SIDA, la malaria o la tuberculosis) están presentes especialmente en países pobres. A pesar de que algunas empresas farmacéuticas y compañías de biotecnología han incentivado el desarrollo de vacunas para estas enfermedades limitadamente (dado que las expectativas de ingresos son bajas) el número de vacunas realmente administradas ha aumentado dramáticamente en las últimas décadas, especialmente aquellas suministradas a los niños en los primeros años de vida.




Esto quizás se deba más a medidas gubernamentales que a incentivos económicos. La mayoría del desarrollo de vacunas hasta la fecha se ha debido a impulsos de gobiernos y ONGs, agencias internacionales, universidades...



Muchos investigadores y políticos hacen un llamamiento para unir y motivar dicha industria, usando mecanismos de presión como los precios, impuestos o compromisos empresariales que puedan asegurar la retribución a las empresas que exitosamente consigan una vacuna contra el VIH (causante del SIDA).
La forma más eficaz de protegerse contra la influenza (o gripe , también conocida como flu, en inglés) es vacunándose todos los años.




La gripe, gripa o influenza es una enfermedad infecciosa de aves y mamíferos causada por un tipo de virus de ARN de la familia de los Orthomyxoviridae. Las palabras "gripe" y "gripa" proceden de la francesa grippe, mientras que "influenza" procede del italiano.




Existen dos tipos de vacunas:



La vacuna contra la influenza inyectable:




vacuna inactivada (elaborada con virus muertos) que se administra mediante una inyección, generalmente en el brazo. Este tipo de vacuna está aprobado para su uso en personas de más de 6 meses de edad, tanto sanas como aquellas que tienen afecciones médicas crónicas.



La vacuna contra la influenza de aplicación mediante atomizador nasal: elaborada con virus vivos debilitados que no causan la influenza (algunas veces denominada vacuna viva atenuada o LAIV, por sus siglas en inglés o FluMist®).




El uso de la LAIV (FluMist®) está aprobado para personas sanas* de 2 a 49 años de edad, pero no para las mujeres embarazadas.



Cada vacuna contiene tres virus de la influenza: un virus A (H3N2), un virus A (H1N1) y un virus B. Los virus que se utilizan en la elaboración de la vacuna cambian todos los años con base en las actividades de vigilancia internacional y las estimaciones de los científicos sobre qué tipos y cepas de virus circularán en un año en particular.



Aproximadamente 2 semanas después de la aplicación de la vacuna, el organismo comienza a producir anticuerpos que lo protegen contra la infección por el virus de la influenza.



Cuándo se debe vacunar
La vacunación anual contra la influenza debe empezar en septiembre o tan pronto como esté disponible la vacuna y debe continuar durante toda la temporada de influenza, en diciembre, enero y después. Esto se debe a que tanto la duración como la época en que comienza la temporada de influenza varían. Aunque se pueden presentar brotes de influenza tan temprano como en el mes de octubre, por lo general, el periodo de mayor actividad de la influenza suele ser enero o más tarde.



Quiénes deben vacunarse
Por lo general, puede vacunarse cualquier persona que desee reducir sus posibilidades de contraer la influenza. Sin embargo, el Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización (ACIP, por sus siglas en inglés) recomienda que algunas personas, en particular, se vacunen anualmente. Se trata de personas que tienen un riesgo alto de complicaciones graves a causa de la influenza o aquellas que viven con una persona que tenga un riesgo alto de sufrir complicaciones graves o que cuiden de ella. Durante las temporadas de influenza, en que la disponibilidad de vacunas es limitada o su distribución se ha retrasado, el ACIP hace recomendaciones en cuanto a los grupos que deben recibir la vacuna primero.



Las personas que deben vacunarse todos los años son:



- Niños de 6 meses hasta que cumplan los 19 años de edad.
- Mujeres embarazadas.


- Personas de 50 años de edad o más.
- Personas de cualquier edad con ciertas enfermedades crónicas.
- Personas que viven en asilos para ancianos y otras instituciones de cuidado prolongado.



Personas que viven con otras personas muy vulnerables a complicaciones de la influenza, o que cuiden de ellas, tales como:



- Personal de atención médica.


- Personas que tengan contacto en la casa con otras que tengan un alto riesgo de sufrir complicaciones por la influenza.


- Personas que vivan con niños menores de 6 meses de edad o que estén encargadas de su cuidado fuera de la casa (ya que estos niños están muy pequeños para ser vacunados).



Uso de la vacuna contra la influenza de aplicación mediante atomizador nasal



Debe saberse que la vacuna contra la influenza de aplicación mediante atomizador nasal es siempre una opción para administrar a personas sanas de 2 a 49 años de edad, que no estén embarazadas.



Quiénes no deben vacunarse


Hay personas que no deben vacunarse sin consultar antes a un médico; entre estas se incluyen:



* Personas con alergia grave a los huevos de gallina.


* Aquellas que en el pasado han tenido una fuerte reacción a la vacuna contra la influenza.


* Personas que en el pasado contrajeron el síndrome de Guillain-Barré (o GBS, por sus siglas en inglés) menos de 6 semanas después de haber recibido la vacuna contra la influenza.


* Niños menores de 6 meses de edad (la vacuna contra la influenza no está aprobada para su uso en este grupo de edades).


* Y personas que tienen una enfermedad moderada o grave con fiebre (estas personas deben esperar hasta que se alivien los síntomas para vacunarse).



Eficacia de la vacuna
La capacidad de la vacuna contra la influenza para proteger a una persona depende de la edad y el estado de salud de esa persona, así como de la similitud o "correspondencia" de las cepas del virus que contiene la vacuna y las que están en circulación. Las pruebas han demostrado que tanto la vacuna contra la influenza inyectable como la vacuna de aplicación mediante atomizador nasal son eficaces para prevenir la influenza.



Efectos secundarios de la vacuna (lo que puede pasar)
Pueden presentarse diferentes efectos secundarios asociados a la vacuna contra la influenza inyectable y a la LAIV.



La vacuna contra la influenza inyectable: la vacuna inyectable contiene virus muertos (inactivados); por consiguiente, usted no puede contraer la influenza al aplicarse esta vacuna. Algunos efectos secundarios leves que podrían presentarse son:



* Dolor generalizado en todo el cuerpo, piel enrojecida o hinchazón en el sitio donde se aplicó la vacuna.
* Fiebre (ligera).
* Dolores musculares.



De presentarse, estos problemas comienzan inmediatamente después de la aplicación de la vacuna y usualmente duran de 1 a 2 días. Prácticamente nadie que recibe la vacuna contra la influenza siente molestias graves a causa de la misma. Sin embargo, en raras ocasiones, la vacuna contra la influenza puede causar problemas serios, como reacciones alérgicas graves. Desde el 1 de julio de 2005, todo aquel que crea que ha sufrido alguna lesión por haber recibido la vacuna contra la influenza inyectable puede presentar una solicitud de indemnización ante el Programa Nacional de Compensaciones por Lesiones provocadas por Vacunas National Vaccine Injury Compensation Program (VICP).



La vacuna viva atenuada o LAIV (FluMist®): los virus que contiene la vacuna contra la influenza de aplicación mediante atomizador nasal son virus debilitados y no causan los síntomas graves frecuentemente asociados a esta enfermedad. (En estudios clínicos, solo en raras ocasiones se ha observado la transmisión de los virus de la vacuna entre personas en estrecho contacto).



En los niños, la LAIV (FluMist®) puede producir lo siguientes efectos secundarios:


- secreción nasal (moqueo);
- respiración sibilante;
- dolor de cabeza;
- vómitos;
- dolores musculares;
- fiebre.



En los adultos, la LAIV (FluMist®) puede producir lo siguientes efectos secundarios:
- secreción nasal (moqueo);
- dolor de cabeza;
- dolor de garganta;
- tos.

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